Cajón de sastre de una poeta

4/lX/03

Hoy he decidido
enterrar en el olvido,
este amor no correspondido.
El tiempo que he perdido,
queriendo a quien no me ha querido
y por el que tanto he sufrido.
Compraré un buen colirio
para los ojos de Cupido.
Haber si así con la flecha tiene más atino.
Y me encuentra un buen chico
con el que unir mi destino.


5/lX/03

En soledad
te escribo versos
que tu nunca leeras.
En silencio
te estoy amando
y tu nunca lo sabrás.
En secreto
te voy observando
y tu nunca cuenta te darás.

5/lX/03

Irrumpiste en mi vida
sin que me diera cuenta.
Y ahora formas parte de mi.
Vaya donde vaya siempre te llevo
en mi pensamiento.
No consigo
de mi cabeza
arrancarte.
Te has vuelto una obsesión.
Y ahora vivo con la ilusión
de verte todos los días.
No se como has podido
robarme el corazón.
No tiene explicación.

8/lX/03

Madre, hoy me voy a la guerra
llevaré como bandera
un folio blanco
y como mastil
un lápiz de madera.
Proclamaré a la palabra
como mensajera
de paz.
Madre, hoy vengo de la guerra.

8/lX/03

Porque quizo Dios
que tus cabellos
fueran dorados al sol.
Porque quizo Dios
que tus ojos
fueran el reflejo del mar.
Porque quizo Dios
que tu persona
aprehendiera mi corazón.

14/lX/03

Te marcharás lejos
y quizás nunca volvamos
a vernos.
Encontrarás otros brazos,
otro cuerpo.
Y yo mientras tanto
seguiré esperando
tu regreso.

14/lX/03

Exilia tu miedo a romper
la cadena del silencio
que te separa
de tu amada.
Conquista con tesón
el corazón
que un día
te robo la razón.
Enfrentate si temor
a la locura
del amor.

20/X/03

Hace tiempo que perdí
tu rostro
que ya no persigo
sueños
que ya no busco
reencuentros
que ya no llamo
en corazón ajeno.


21/X/03

Hoy te he vuelto a ver
y me he quedado con la duda de saber
cuando será la próxima vez
que tu decidas volver.
Cuánto tiempo he de esperar.
Cuántas lágrimas debo llorar
para que tu decidas por fin regresar
con la intención de nunca marchar.

4/Xl/03

Con las primeras lluvias
de otoño
te marcharás
sin retorno.
Comenzarás
una nueva vida
y la llenarás
de rutina.
Vivirás
tan deprisa
que pronto olvidarás
nuestras tardes de risa
donde tu me confesabas
que me amabas.


26/Xl/03

Alegría de ser jóvenes
porque te dan muchas ayudas
y subvenciones.
Si eres estudiante
no te dan beca
y no pongas ninguna queja.
Si estas parado
ponte a buscar
cualquier trabajo.
Si tienes trabajo
con tu salario y un pico
ya tienes para pagar la entrada
de tu primer piso.

12/Xll/03

Según la física:
somo dos cuerpos opuestos
que se atraen.
Según las matemáticas:
una persona más otra persona
son dos personas.
Según el derecho:
somos dos personas físicas.
Según yo:
tu eres lo que más quiero.

12/Xll/03

A orillas del Gualdaquivir
y de testigo la luna de plata.
Vine yo a enamorarme
de una muchacha gitana.
Su piel era morena,
tenía una larga melena
y unos ojos tan grandes
que parecían dos estrellas.
Yo me acerque a ella
para preguntarle como se llamaba
y ella me contesto la Esperanza de Triana.

17/Xll/03

En la Plaza del Museo
la noche del Lunes Santo
ni Rocío ni yo
faltaremos a la cita.
El barrullo se hará silencio.
Una cuadrilla de costaleros
a golpes de un llamador
harán que tu palio roce el cielo.
En tu pecho anida una gran pena,
tu rostro refleja el dolor,
tu mirada pérdidta
reclamando a tu hijo
que un día llevaste en tu vientre
para la salvación de todos.
Hoy Sevilla contemplará
tu dulzura y belleza.
compartirá tu tristeza
y te acompañará en tu penar.

19/lll/04

Quién ha borrado
la sonrisa
de tus labios.
Quién ha llenado
de lágrimas
tus ojos.
Quién ha roto
en mil pedazos
tu corazón.
Será el amargo
desamor.


14/Vlll/04

Se me había olvidado
el murmuro del mar.
Por la orilla paseo
mientras las olas
juegan conmigo.
Por la orilla veo
como los niños
construyen castillos de arena.
Se me había olvidado
la acaricia de la brisa
en mi cuerpo
cubierto de sal y arena.

14/Vlll/04

Te busqué
por toda la faz
de la tierra,
y no te encontré.
LLegué hasta el mar
y por tí, le pregunté.
Allí las olas
me entregaron
unas caracolas
con tus mensajes de amor.

8/Xl/06

Quiero aprender a amar,
a hablar con las miradas,
a saborear los besos,
a sentir el calor
de nuestros cuerpos,
a embriagar mi corazón
de dulces sentimientos,
a tener un cómplice
en mi vida,
a llenar cada rincón
de tí.
Pero es tan grande
mi miedo a la desilusión
y al amargo desamor
que prefiero mil veces tu huida
y que te pierdas en brazos de otra.
Mientras tanto yo
me quedaré con
mi soledad y preguntando
si eras tu
el príncipe azul
que siempre he estado esperando.


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