En la Semana Santa andaluza y en la Feria se lucen las mujeres vestidas de mantilla.
La mantilla es una prenda femenina y tradicional de España que se usa especialmente en Andalucía. Concretamente en actos o ceremonias relevantes como la Semana Santa o la Feria cuando acuden las mujeres a la plaza de toros.
La mantilla tiene su origen en el antiguo velo que se ponían las mujeres para asistir a las celebraciones religiosas, pero con el transcurso del tiempo esa prenda se ha ido adaptando a la moda y hoy en día sigue presente.
Mantilla de encaje
El tejido más usado para fabricar la mantilla es el encaje que se puso de moda en el siglo XVI. Entre los numerosos tipos de encaje está el de bolillos, y entre ellos el de blonda y de chantilly.
El encaje de blonda se elabora con dos tipos de seda, retorcida y mate. Se caracteriza por sus diseños florales y por las ondaluciones de sus bordes que algunos denominan "puntas de castañuelas" por su similitud a las castañuelas o "palillos".
El encaje de chantilly se le llama así porque empezó a fabricarse en esta pequeña ciudad francesa, se caracteriza por sus diseños vegetales: hojas y flores.
El tul es un tejido más ligero y transparente. Hecho con hilo de seda o de algodón y suele imitar a las mantillas de encaje de blonda y chantilly.
Cómo usar la mantilla
La mantilla es una prenda que se luce en muchos tipos de fiestas o actos solemnes: bodas, celebraciones taurinas, procesiones de Semana Santa, entierros y funerales.
Por lo que hay que tener en cuenta unas reglas de uso:
El largo de la mantilla. Por la parte delantera tiene que llegar a la altura de las manos, el filo de la mantilla y por la parte trasera tiene que quedar unos dedos por debajo de la cadera. La mantilla no puede quedar más larga que la falda o vestido que tenga puesto. La mantilla se sujeta al vestido o blusa de forma discreta por los hombros.
El color de la mantilla. De forma general, las mantillas de color se utilizan para fiestas, celebraciones y ceremonias no luctuosas (como la feria: plaza de toros) y la de color negro para ceremonias luctuosas, funerales y celebraciones que impliquen un cierto recogimiento (como la Semana Santa). Aunque también existen algunas publicaciones en las que se indica que la mantilla blanca es la que lucen las mujeres solteras y la negra las mujeres casadas.
La peineta acompaña a la mantilla
La peineta es el principal complemento de la mantilla, aunque también puede lucirse sola en el traje de flamenca.
Las peinetas más antiguas estaban hechas de carey o concha de tortuga. Pero al ser un animal en extinción, hoy en día se ha optado por otros materiales sintéticos que dan buen resultado.
Las peinetas las hay de muchas formas, tamaños y diseños para elegir. La más típica es la de forma de teja y el tamaño se escoge según la altura o gusto de la mujer. Si la mujer es alta la peineta será más pequeña y si es baja la peineta será más grande.
El broche complemento de la mantilla
El broche se sitúa en la parte de atrás de la mantilla a la altura de la nuca o moño, según el peinado que lleve la mujer.
Sirve para adornar y sujetar la mantilla al pelo, a la vez que hace unos pequeños pliegues.
Suele tener forma ovalada y color plateado. Los materiales de fabricación son variados: plata, cristalitos y perlas.
Una historia peculiar
"La conspiración de las mantillas" fue una manifestación llevada a cabo por las damas de la nobleza madrileña que en protesta contra el reinado de Amadeo de Saboya y su esposa María Victoria, decidieron salir a las calles de Madrid luciendo mantilla y peineta.
Las mujeres de mantilla son un típico femenino español que se refleja en las pinturas como el cuadro de José Rico Cejudo o de Francisco Goya; y también es algo muy arraigado en nuestra cultura andaluza, pues no falta en ninguna Semana Santa una mujer vestida de mantilla acompañando a un paso o asistiendo a un corrida de toros.
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